La belleza del pavo real no es comparable con nada, esa luminosidad de sus plumas de diversos colores y con la terminación de una especie de ojo que es una verdadera maravilla cuando se puede contemplar al natural al abrir el plumaje en todo su esplendor.
Bonitas imágenes y una alegre música para acompañar este lindo trabajo Raquel.
Un abrazo con mi amistad,